martes, 3 de noviembre de 2009

Miro

Un trazo de impresiones sobre el agua turbia de mi inconsciencia.
Una traba constante respecto de mis propias preguntas.

Si ayer era todo dolor y congoja ¿porqué soy hoy razonable duda?
¿Qué ritmo se altera, qué cuerdas invisibles pulsa aquel que mira
y se divierte avanzando, retrocediendo, la cinta circular de mi vida?

Porque tejo mi propia tela de palabras no dichas que abortan
cuando trato de lanzar el verbo.
Soberbia de aprendiz eterno, cuando ese verbo no existe en ninguna parte
o es solo una ocurrencia (o trabajosa rectificación).

En este tomarme tan en serio se me va la vida preciosa

y miro,
esperando que por entre los pliegues de mi piel asome
algo que se parezca a un alma,
algo que me diga que no soy solo un cúmulo de ida materia,
un cuerpo repetido, con manos como millones de manos
para tomar lo que ninguna ha retenido.
Y el espejo desquiciado me devuelve mis terrores y me voy,
prendado de ellos,
Me voy preñado de ellos.

Un ombligo mira a otro ombligo
¿será que el ojo con el que me miras
es el mismo ojo con el que yo te miro?
Estoy suspendido entre dos antes, de esos que uno recuerda con anhelo
y respiro, desafiado, como una grulla azorada contra el cielo de tormenta.

¿Con qué calor, padre calmo, se llena este vacío?

viernes, 30 de octubre de 2009

Barco

Un barco al puerto
lleno de cosas de la china (de las otras)
Cosas con permisos que no serán limpios,
que irán a satisfacer hambres insaciables
que son hambres imposibles
de gentes que no saben ni conocen el sosiego.

Las papas, las lechugas están bien.
Son de buena leche y de un mundo alienígena
en el que se vive lleno de optimismo.
Una papa germinada de hijos
y una hoja verde de la revolución productiva
llenan de átomos esta nada que voy
paseando de una punta a la otra de la chakra.

Vuelvo por la vereda rota
con mis zapatos de hacer semblante,
con la cara dura de sueño
y me digo cómo es que todavía
sigo metiendo mi vida a quemarse
ridícula, en las casitas vistas de arriba.

sábado, 24 de octubre de 2009

Siesta

El niño jugaba con la calavera.

Le hacía dar cabriolas, la hacía esperar adelante

Le hacía chito, le hacía sostener el plato caliente

La hacía reir, la calavera reía

La hacía llorar, la calavera reía.

miércoles, 14 de octubre de 2009

No más que hasta el fondo

Eso, hasta el fondo. No es fácil ser coherente con este enunciado, pero lo escribo a ver si algo me hace click en el fondo del cerebro. No quisiera conformarme con quedarme en la superficie de las cosas en las que me embarco, como el arte o el amor, pero me cuesta enormemente no quedarme pegado en los adornos de las cáscaras. ¿Para qué quiero una historia en la que no pueda investigar de verdad cómo es el otro? O es que no quiero saber cómo es el otro? Por estos días me estoy considerando demasiado. Me dieron un poco de soga y otra vez caí en la soberbia, y me pongo exigente, demandante e infantil. A veces pienso que no es mucho pedir estar un poco del otro lado, del que tiene derecho a elegir (tal vez después de todo elija, pero no conscientemente). En fin, hagamos eso que hacen los sabios: reservémonos el derecho al berrinche para otro momento.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Diente de león

De todas las cosas que no ocurrirán,
la que más voy a extrañar
son aquellas vacaciones en la playa
cuando ocupamos la cabaña junto a los médanos,
y tomábamos café instantáneo en vasos de lata
a la hora mágica en que mechones salados dibujaban
tatuajes maoríes sobre la comisura de tus labios
y sobre tu frente.

Pasándola

Hoy puse en mi nick: "haciendo eso que nadie quiere hacer". Una fracesita inocente. Podría ser laburar porque estoy en horario de laburo, pero no: es pasarla mal. Claro, podría haber escrito "padeciendo eso que nadie quiere padecer" o "sufriendo eso que nadie quiere sufrir", pero ocurre que veo mi cuota de responsabilidad en todo esto, en pasarla mal, quiero decir. Me reclino hacia atrás en mi silla, miro por la ventana y me digo que no tengo ningún motivo para sentirme desdichado, y sin embargo, ahí está esa nube negra suspendida arriba de mi cabeza, invadiendo y tiñendo mi todo. Me intereso poco en las cosas, me pongo apático, me importa todo bastante un pito, la verdad. Y eso que me cruzo con gente interesante, chicos llenos de vida e inquietudes válidas. Y me siento privilegiado en muchos aspectos: tuve una buena educación, no tuve privaciones de ningún tipo (por lo menos no de las básicas, de las otras claro, pero quién no), tengo amigos que me quieren y a quienes quiero, tengo un laburo que me permite vivir sin estridencias y darme ciertos gustos, pero que sobre todo me da un tiempo razonable para hacer un montón de cosas que me gustan y no dañan a nadie (dicho sea de paso, mucha gracias, señoras hordas de filósofos y economistas, que no han sabido lidiar exitosamente con el tiempo, será por eso que su valor es tan hermosamente inasible y no hay teoría del valor - ni de utilidad marginal ni marxista - que valga - la redundancia). Tengo entonces un cierto tiempo, hago más o menos lo que me gusta y no tengo problemas físicos de consideración (por lo menos no que yo sepa), la croqueta me funciona más o menos correctamente (puedo ir a comprar un kilo de cebollas sin que me estafen más que al promedio de la población). Entonces, qué mierda me pasa? Pasa que siento que algo me falta. Y me detengo en eso. Me bloqueo, supongo. Pero qué es? Yo entiendo la vaciedad, entiendo que no hay que apegarse, entiendo todo eso, pero es como ir a terapia, viste? Cuando estás ahí lo deconstruís todo y lo intervenís y lo reformulás un primor y sos gardel, pero caminás hasta la esquina y ya sos de vuelta un orangután con zapatos (y con miedo de perderlos, encima) Mierda. Para qué quiero estar despierto? Para aprender. Qué? Tal vez debería volver todos los días a casa y prender un churro así de grande para quedar flotando a media agua mirando el cosmos pasar, esperando que venga la sombra a tirar alimento en mi pecera, como el axolote de Busqued.

martes, 25 de agosto de 2009

La hora del mono

Estoy curioso por ver cómo esta tenaza que me aprieta la mente se va a disolver poco a poco hasta convertirse en nada. Ahora que me animé a lanzarte en el vacío, ahora que me animé a soltarte la mano, quiero ver si mi enganche por vos es un capricho o si es algo de verdad. Ya no confío en mis impresiones. Demasiadas veces creí que mi amor era constante y fuerte y con el tiempo se reveló débil e intermitente e insustancial. Me da miedo que esté actuando otra vez la histeria, esa amiga que me acompaña desde la más tierna infancia, cuando me enamoré en tercer grado de Maria Teresa, la chilenita que gustaba de Maximiliano. Ahora quiero ir a fondo con el experimento: me la voy a bancar a ver si esto que me ocupa la cabeza es un pasatiempo o si de verdad las cosas que nos dijimos son sólidas. Y no quiero justificar nada, no quiero demostrar nada de lo que no soy, porque los personajes son cansadores, te toman y no te dan respiro, te ocupan partes de la cabeza que deberíamos usar para ver lo que está acá, ahora.

lunes, 17 de agosto de 2009

Todo estrellas

Mis conversiones en ocho, cuarenta de Brasil
son bases sobre las cuales arrancar, diría.
Quizás, después de verte otra vez
vuelva a creer.

martes, 4 de agosto de 2009

Hilachas subterráneas

"Te hago una adivinanza? Sabés qué día es mañana?"

"...no se come... es de lana. Mentiroso, nada me compraste, si no saliste."

"Lo único que me voy a llevar a la tumba va a ser lo que dijiste en esta vida."

"Ésta semana nos toca la era del hielo."

Aquí

Aquí, con un poco de susto,
un poco de aburrimiento, un poco de sueño,
soñando ya que estoy con vos. Mirando caras
que se amoldan y pasan desapercibidas (quieren)
mientras dura el encierro.

sábado, 11 de julio de 2009

Ojalá

Ojalá viera el pasto verde en invierno y ojala me sonrieran las palomas estúpidas. Ojalá te viera de nuevo y yo me canso, no puedo seguir así no puedo seguir pretendiendo que puedo solo no quiero dibujar más la soledad solo, no quiero comer más comida recalentada sin compartir la mesa me duelen los rayos del sol sobre mi boca con candados y el viento helado sobre mis dedos de mendigo otra vez las frazadas apiladas para calentar el frío de mis tripas con ese frío que no se pasa ni con la ducha más caliente, porque tenés miedo de lo verdadero, y ya que estamos te digo que el para siempre no lo sabe nadie. Cuando te fuiste me quedé con tu olor en mi cerebro con tu perfume en mis fosas ansiosas. ¿Cuánto aguanta el corazón escupiendo como una ametralladora síes silenciosos al mundo cuando todo lo que llueve es una tormenta de noes y el paraguas no sirve de nada porque no los para nadie no los para una tela no los para un pecho fuerte ni unos brazos como cañones? Quisiera tener la cabeza clara respecto de vos quisiera saber lo mucho que puedo quererte en vez de dudar una y otra vez sobre tus vacilaciones Cómo cómo cómo hacer para dejarte de sufrir. ya sé voy a volar hasta arriba hasta que las ideas se conviertan en chutney de papaya y ya no distinga el pero del tal vez y los rayos sean más puros y el viento más amigo Ojalá llegue el día en que este hueco saco sea un saco hueco y nada más Que no lo llenen pensamientos como larvas que no lo recorran sortilegios legados por antepasados demasiado cobardes para hacerse cargo de la mierda que les tocaba y yo pienso: lograré acaso aguantar hasta el final hacer equilibrio con mi cabeza sobre mi cuello? Podré podré podré sería maravilloso sería de una valentía sin par poder bancar pero me pregunto qué no te bancaste vos y vos, que te quisiste ir antes y nos dejaste de este lado con las preguntas más idiotas de todas, esas que no tienen contestación esas que nos hacen odiarte y despreciarte, esas que en la historia de esta familia se escriben con tinta roja y que escupen desprecio sobre tu tumba. Pero si me tengo que comer esto volveré para enmendar con amor verdadero, prometo. No quiero ser como Frida que no quería volver o sí, tal vez sin duda sea mejor no volver si total para el frío y la soledad que hay que fumarse en estas comarcas tan pobladas de nadie, tan llenas de corazones de diamantes quién dijo que no hay un tesoro dentro de cada uno de nosotros? Ahí tenés, ahí tenés tu ración de Cif untada en un canapé de pancito negro. Porque eso es lo que tengo por todos lados y tengo unos amores amigos que doy pero a mi no me alcanza más yo quiero algo más fuerte no quiero más estas medias tintas o si perdón no quiero ser malo con lo que me toca agradezco lo mucho que encuentro de bueno y lo bien que se me trata acá, pero es como una cárcel donde te sirven los mejores banquetes y te tratan como un conde pero no te dejan salir al patio a recibir sobre la piel la luz la luz la luz dorada. Y uno se va a acostumbrando y cuando tiene todo figured out aparece una almita que te saca de las casillas como un espejo y te despierta el gusano maldito ese que nunca pude domar, que siempre me ha maltratado y eso que aprendí algunas movidas, algunas chicanas para disimular yo logré llegar a disimular bastante bien pero al final siempre quedo en orsai, entendés? A mí que ni siquiera me gusta el fútbol a vos te parece, será por eso.

miércoles, 3 de junio de 2009

AF 447

Mar helado en la noche
supendido bajo mis pies.
Silbido de estrellas azules
en mis oídos de altura susurran
promesas vagas.
Atrás son las dudas cansadas
que agriaron mi copa sin resolver.
Adelante las nuevas, blancas y jugosas
sobre la mesa de mi no-aún.
Hoy fui viento, fuego y agua.
Roto viento, roto fuego
todo uno, todo, al fin.

viernes, 29 de mayo de 2009

sin parar

Depresión represión motivación me cago en diez la maquina que no arranca para ningun lado la mente atascada en un loop depresivo una mirada que se cruza sin voluntad una mirada vacia una mirada de muerto que no ve nada un apuntar las cosas apuntan en direcciones que uno no quisiera visitar nunca porque son demasiado dolorosas uno se ha pasado la vida levantando esos muros y ahora se condena a caminar entre ellos diciendo "porque me pasa siempre lo mismo" si queres resultados diferentes no hagas siempre lo mismo jaja qué fácil decirlo a ver si lo hacés realidad no farsa tu farsa la del vecino que siempre parece mas que la de uno siempre más brillante más ocurrente más lustrosa más verde el pasto siempre es mas verde allá acá esta lleno de agujeros e hilos hilos en madejas que se enriedan se engalletan y no hay pocion para el amor no hay para la felicidad solo sentarse en zazen y mirar de afuera sin sumergirse o me equivoco? seguramente, pero mis inmersiones son demasiado frias demasiado punzantes no puedo respirar ahi abajo me ahogo me asusto y no pienso con claridad me tengo que enfriar me tengo que serenar afuera afuera de una vez eso me hace bien suspender la cabeza como el momento de la copa de vino en que uno dice quisiera estar asi para siempre pero se pasa y pierde la linea y pierde todo y rueda cuesta abajo otra vez al punto de partida solo que ahora con dolor de cabeza para qué sigo esto decime vos sorete que estás mirando todo y editando para tu masturbación esterilizada para qué me levanto todos los dias y cumplo cumplo estoy cansado de eso y no sirve de nada, el vacío es el mismo. cuando uno hace algo por demasiado tiempo termina por odiarlo entonces quizá termine por odiar la vida pero no, quizás estuve muerto demasiado tiempo y entonces estoy para amar la vida o amar mi próxima muerte, no lo sé. Escapar escapar escapar a la ley del deseo a no satisfacerlo nunca corre amigo corre sin parar no sea que te achanches mirá si un día te quedás estacionado o peor, un día te estalla el corazón en mil pedazos y en plena carrera, que efecto tendría eso en un niño que te estuviera viendo? qué verguenza.

lunes, 25 de mayo de 2009

Pasar

Hoy sentí un vacío acá
como lo que uno se guarda de contar.
Era un copo pequeño
pero sentí su falta, igual.
En la cuerda alta mis pies enfilan
hacia una roca fría:
demasiado sé yo que en esa otra orilla
sonríen eternas, las promesas.

Caminar

Una marioneta de colores
me visita en esos momentos blancos
en que camino entre puntos.
No me asusta, pero algo en ella
es un lugar que quema
como algo inevitable.
Entonces me apuro.

martes, 12 de mayo de 2009

Hombres

Hay veces que asoma una punzada
tan grande que me toma en el centro,
y veo a mi padre cayendo por última vez
llevando en su mano mi nacida hombría.
Yo sé que llega, implacable, el día en que diga:
ahora, ahora, ahora.
Y afilo mis huesos y preparo mi golpe
con lágrimas prestadas, a falta de las mías.
Porque es amor y es odio.

domingo, 12 de abril de 2009

Por favor

Por favor deja de estar en mi cabeza noche y día . No tenés derecho romper la paciente y laboriosa paz mental construida a base de cerrar las compuertas de la mirada, del deseo, de los olores. Y ahora solo tengo tu cara, difusa, suspendida sobre mi cama, mirándome con tu sonrisa o tu seriedad o tus mandíbulas apretadas como cuando estás pensando. O sobre el caño del subte, a la mañana, o sobre la pantalla de la computadora, o dentro de la pantalla de la computadora. No podés preguntarme en dónde está mi cabeza, justo cuando la tengo estacionada sobre tu regazo, tus hombros, tus tetas, tus manos. Ahora soy, otra vez, un ser miserable que solo espera el momento de volver a encontrarse con vos para hacerme el superado de la situación porque no podría soportar, otra vez, que me rechazen, que me digan con mucho tacto o poco tacto que no, que no puede ser, que tenés una relacion a mitad de camino, atascada en quién sabe qué enganche repetido y que te trae por la vida con esa cara de melancolía todoterreno. Una vez me contaron de una maldición gitana que dice "ojalá te enamores" y vaya si lo es y... basta, no más. Odio la locuacidad del que intenta justificar a precio de palabras aquello que no tiene figura ni traza ni huella. Estoy harto. De no poder encontrarme, de no poder superarme, de no poder lograr que todo me importe absolutamente un carajo, y es quizá porque siento que cuando eso ocurra voy a estar muerto por dentro, y no quiero ser pasto de esa locura. No quiero irme con un grito incomprensible para mí.