miércoles, 3 de junio de 2009

AF 447

Mar helado en la noche
supendido bajo mis pies.
Silbido de estrellas azules
en mis oídos de altura susurran
promesas vagas.
Atrás son las dudas cansadas
que agriaron mi copa sin resolver.
Adelante las nuevas, blancas y jugosas
sobre la mesa de mi no-aún.
Hoy fui viento, fuego y agua.
Roto viento, roto fuego
todo uno, todo, al fin.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hubiera yo, sido viento y fuego y agua, en la caída de este vuelo, y todo esto no sería más que obsoleta pregunta o eterna duda, que muchas veces es mejor que desencanto presente.